la Ruta del Quijote

EXPOSICIÓN VIRTUAL

Representaciones plásticas de la auténtica geografía que inspiró la obra cumbre de Miguel Cervantes y Saavedra “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”.
Una colección de pinturas de los artistas

ACADEMIA

ESPAÑA MÉXICO

En colaboración con

MUSEO ICONOGRÁFICO DEL QUIJOTE

Onofre Sánchez Menchero

Director MIQ

Acompañados por una selección de sonetos de la obra
«Gracias Cervantes» del poeta español

Juan García de Diego


Video oficial

Inauguración Zoom del día sábado 17 de octubre de 2020


Presentación

Por Luis Arcos

Historiador del arte, curador del MIQ

LA RUTA DEL QUIJOTE
Academia DV España-México

No es posible hablar de la iconografía del Quijote sin tomar en cuenta los paisajes asociados con ella: aquellos sitios que al leerlo se van formando en nuestra imaginación y que bien podrían ser paisajes de bosques encantados, o castillos enormes como los de cualquier historia caballeresca. Estas imágenes que la lectura hace nacer en nuestro imaginario serán diversas y definitivamente distintas, pues si todos tuviéramos que interpretarlas y transmitirlas seguramente no encontraríamos un paisaje igual a otro. Aún así, esta pluralidad tiene cierta concurrencia común en el imaginario general y, como tal, es una parte primordial de la narrativa, puesto que permite entender el entorno en que se desarrolla la historia.

No obstante, es evidente que la realidad de los espacios y territorios referidos por la novela será diferente a aquello que nuestra creatividad nos ha hecho visualizar. Tal es el caso de los paisajes que rodean a nuestro personaje, don Quijote, en su travesía por los campos manchegos. Al hacer la comparación entre fabulación lectora y realidad, los verdaderos paisajes posiblemente nos resultarían desconocidos o, incluso, totalmente opuestos a los concebidos por la imaginación. Es por esto que la academia DV España, a través de la obra de sus artistas, nos muestra los auténticos paisajes manchegos y sus alrededores. Así, nos permite conocer de primera mano los territorios en los que se desarrolla la historia cumbre de Miguel de Cervantes y nos aproxima a una concepción más fiel de las andanzas de Alonso Quijano y su fiel escudero, tal como las vio el escritor con los ojos de la invención.

Heder Contreras
AL ENCUENTRO CON DULCINEA
Colección MIQ Museo Iconográfico del Quijote

«Gracias Cervantes»

Selección de sonetos
de Juan García de Diego


Primera parte

SONETO I

Como el Amadís fue de Gaula, fuiste
tú, Don Alonso, el ingenioso hidalgo,
Caballero, Don Quijote, un náufrago
de la Mancha. A tu rocín convertiste
en Rocinante, y nombre al Amor diste
llamando a Aldonza, Dulcinea: halago
del Toboso. Tu rostro, seco y largo,
en nobleza, orgullo, y honor compite
con el del Amadís o el de su hermano
Don Galaor. Cubierto con celada
hecha de morrión y de antepasados
vistiendo las armas, tu juicio sano
perdiste empuñando la antigua espada
tras los pasos de Andantes antes dados.

SONETO IV

Armado ya Caballero, sería
la del alba, cuando a por el dinero,
las camisas, buscando un escudero,
regresas a tu aldea. ¡Qué alegría!
Rocinante y su albedrío traería
tu primera aventura: un ovejero,
Andrés, que en una encina preso al fiero
látigo de Juan Haldudo sufría.
Sangre por sangría y por los zapatos
el cuero, al mozo crees que has liberado.
Y por Dulcinea tu rocín tropieza
polvo haciendo tu beso. ¡Mentecatos
sederos que no os habéis enterado
que es la del Toboso sin par belleza!

Charo Rolland
PUERTA DE ALCÁNTARA

Cervantes cuenta que un día, estando en Toledo, se encontró con un muchacho que estaba vendiendo unos viejos papeles con texto en árabe. Llevó los papeles a un «morisco aljamiado» (que lee árabe y castellano) para que los tradujera. Cuando le leyó a Cervantes una nota en el margen sobre Dulcinea de Toboso, el autor se dio cuenta de que ésta era la historia que buscaba. El título del texto en árabe decía: «Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo». Se emocionó tanto Cervantes por este hallazgo que le compró el texto al muchacho y le pidió al morisco que lo tradujera en su totalidad.
«Estando yo un día en el Alcaná De Toledo, llegó un muchacho a vender unos cartapacios de papel viejos a un sedero; […] tomé un cartapacio de los que el muchacho vendía, y vile con caracteres que conocí ser arábigos. […] Anduve mirando si parecía por allí algún morisco aljamido que los leyese; y no fue muy dificultoso hallar intérprete semejante» (I, 9)
A la Santa Hermandad de Toledo pertenece el cuadrillero que logra poner fin, en nombre de la autoridad, a la pelea circular, montada en torno a Maritornes, en la venta. De Toledo es el canónigo que, tras topar con la cuadrilla que llevaba a don Quijote enjaulado, se enfrasca con él y con los miembros de la expedición en una larga disertación. También en Toledo se sitúa el manicomio (la casa del Nuncio) donde acaba internado Don Quijote en el libro  de Avellaneda. Pero, por encima de todo, Toledo es la ciudad en cuyo alcaná trabó contacto el narrador de las andanzas de Don Quijote de la Mancha con un muchacho que trataba de vender “unos papeles viejos” que resultaron ser la historia de Don Quijote de la Mancha escrita por Cide Hamete Benengell. Este encuentro facilita a Cervantes el resto de su novela.
(Fuente: http://donquijotecapitulos91011.blogspot.com/2013/11/capitulo-9.html)
Charo Rolland
PUERTA DE LA BISAGRA

SONETO VI

Jueces sin testigo, cura y barbero,
hacen de las palabras sin sentido
humo y fuego. La ama se ha convertido
en verdugo injusto, cruel, corralero
que prender pretende a tu mundo entero.
A Inglaterra el Palmerín; a Gaula ha ido
el Amadís; Tirante por descuido
al fuego ha burlado y de un fin certero
escapó Don Belianís… y arde el resto
de Caballeros. Angélica llora,
con sus lágrimas apaga la hoguera
librando con ellas del fuego funesto
a pastores y poetas. Es la hora
Caballero, ¡Don Quijote, despierta!

SONETO VII

Tus libros quemados; la librería
tapiada, por rencor te la ha robado
el viejo Frestón. Mil voces vas dando
pues siendo Reinaldos, Roldán te molía
el cuerpo a palos. ¿Sueño o brujería?
Yantas, reposas, y vas encontrando
camisas, dinero, y escudero asnado:
Sancho es su nombre, de Panzas familia
y aunque casi sin sal en la mollera
es tu vecino hombre de bien. Secreta
es vuestra marcha, no hay despedida;
ya sueña Sancho, por tu brazo espera
de ínsula gobierno y el dinero cuenta
viendo Montiel tu segunda salida.

Anabel Fernández
LA VENTA DE BORONDO
Extracto del capítulo II
Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso don Quijote
“….vió, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fué como si viese una estrella, que, no a los portales, sino a los alcázares de su rendición se encaminaba.”
“Y como a nuestro aventurero todo cuanto pensaba, veía o imaginaba le parecía ser hecho y pasar al modo de lo que había leído, luego que vio la venta se le representó que era un castillo con sus cuatro torres y chapiteles de luciente plata, sin faltarle su puente levadiza y honda cava, con todos aquellos adherentes que en semejantes castillos se pintan”.

Extracto del capítulo XVI
De lo que le sucedió al ingenioso hidalgo en la venta que el se imaginaba ser castillo.
“- Creedme, hermosa señora, que podéis llamaros venturosa por haber alojado en este vuestro castillo a mi persona, que es tal, que si yo no la alabo es por lo que suele decirse que la alabanza propia envilece”.
 “ y fue que él se imaginó haber llegado a un famoso castillo (que, como se ha dicho, castillos eran a su parecer todas las ventas donde alojaba) y que la hija del ventero lo era del señor del castillo,”…

SONETO VIII

¿Quién dice que son molinos de viento
los gigantes de Montiel? Aspas, brazos,
de dos leguas giran dando zarpazos
y sin victoria logras vencimiento.
Como Diego Pérez, con un sarmiento,
tu lanza reparas hecha pedazos.
Sancho duerme suspirando tu abrazos
y va tu aventura a Lápice Puerto.
Fue Sancho a por los despojos de frailes
de San Benito y salió él, por canalla,
despojado. Tú, con un vizcaíno
muy mal hablado y de costumbres viles,
por una hurtada princesa en batalla
entras. ¿Será este lance otro molino?

SONETO X

Hablando van el sueño y la conciencia,
dolorido él, de la realidad presa
ella. Sancho en su ínsula sólo piensa,
Don Quijote “no hay gobierno” sentencia
sin parecer locura su demencia.
Duele la celada, sangra la lesa
oreja, “no hay esta vez recompensa”
afirma el Caballero con vehemencia.
A falta de Fierabrás el bálsamo,
te cura Sancho con hilas y ungüento
blanco; con los frutos de la alforja,
pan, queso, y cebollas, escudero y amo,
su hambre consuelan y a un asentamiento
de cabreros la noche los arroja.

Silvia Martínez Portí
SIGÜENZA
Fragmento del capítulo XXIIII
De cómo don Quijote, Bárbara y Sancho llegaron a Sigüenza, y de los sucesos que allí todos tuvieron, particularmente Sancho, que se vio apretado en la cárcel
En amaneciendo Dios, se despertó don Quijote, que el caos que tenía en su entendimiento y confusión de species de que traía embutida la imaginativa le servían de tan desconcertado despertador, que apenas le dejaban dormir media hora seguida. Púsose, en despertando, en pie, dando gritos a Sancho, que apenas podía despegar los ojos; pero fuele forzoso hacerlo, por la prisa que su amo le daba. Con ella, pues, ensilló a Rocinante y jumento, mientras don Quijote pagaba la cuenta y cena de todos. Hecha esta diligencia y salidos juntos de la posada, se despidieron de don Quijote el ermitaño y Bracamonte, y lo mesmo hicieron también de Sancho Panza, el cual andaba ocupado en subir a Bárbara en una borrica vieja del huésped, que se la alquiló don Quijote hasta Sigüenza, juntamente con una ropa, asimismo vieja, de su mujer, que lo era harto. Y, habiendo caminado los cuatro desta suerte lo más del día, llegaron a la ciudad y se fueron a un mesón, al cual les encaminó su huésped, que les guiaba, entrando en él bien acompañados de muchachos, que iban detrás diciendo a gritos:
-¡Al hombre armado, muchachos, al hombre armado!

SONETO XVII

No era la muerte, si no un paroxismo,
lo que sufrió Don Quijote en la venta
que no fue castillo. Un candil revienta
su rostro, ¡golpe dolorosísimo!
y el salutífero bálsamo, a él mismo
y a Sancho, de Fierabrás da receta.
Vino salado, el romero se aceita,
resulta el brebaje ser purísimo
vomitivo. A Don Quijote le cura
dándole a Sancho sudores y arcadas,
y tras su Orden, sin pagar, amparados
se marchan; mas una manta es factura
que Sancho en el aire y con sus espaldas
abona sin vellones ni cornados.

SONETO XIX

Entre ejércitos de humo y pedradas
reales, los rebaños han huido
y tú, por sus pastores abatido,
quedas con las costillas señaladas
y casi sin dientes en la quijadas.
Mas tu desgracia aún no ha concluido,
pues por sanar el bálsamo has bebido
y sobre el buen Sancho son vomitadas
tus entrañas. De noche otra aventura,
quizás otra desgracia tuya o de los
encamisados medrosos, sin arma.
Caballero de la Triste Figura
eres; es el Toboso de tus cielos
reino y Dulcinea tu única dama.

Manuel Monforte
PAISAJE MANCHEGO
María José Fole
ERMITA DE LA VIRGEN DE RUS, EN SAN CLEMENTE (CUENCA)
En los capítulos XXIV, XXV y XXVI, de la II parte de El Quijote, se narra la estancia de Don Quijote y Sancho en la ermita.

SONETO XXI

Detrás los Batanes, tuerce el camino
a mano derecha y otro jinete,
brillando a lo lejos, luce en su frente
por ti el buscado Yelmo de Mambrino.
Quizás era azófar y no oro fino;
quizás era bacía aquel copete;
quizás era un barbero aquella gente
que de tal tocado nunca fue digno.
Ya eres de latón un emperador
coronado; de tu figura un triste
señor enamorado que cabalga
sobre el albedrío campeador
de tu rocín mientras Sancho se viste
la gloria noble de tu fama larga.

SONETO XXVI

Entre el Amadís y el Furioso
Rolando, solitario, te debates.
Dos Caballeros, tus simétricas partes,
se enfrentan y el de Gaula es victorioso.
Rezando quedas; de un jirón nudoso
haces rosario y tus acompañantes,
faunos, silvanos, ninfas resonantes
calman, consuelan tu llanto. Al Toboso
no llegan ni Rocinante ni Sancho,
pues en el castillo que fue una venta
con el cura y el barbero, de tu aldea
vecinos, se tropieza. Será el gancho
uno, el otro doncella de una treta
que en un apuro Don Quijote vea.

Yolanda Díaz Chirón
ALBARRACIN
Antonio López Vicens
CATEDRAL DE SALAMANCA

SONETO XXIX

Dorotea, única hija de Clenardo,
reconoce a Cardenio, y una esperanza
brota en sus corazones, les alcanza:
reencontrar a Luscinda y a Don Fernando.
De máscaras un baile ha comenzado:
Dorotea de Reina se disfraza
y al tiempo Don Quijote y Sancho Panza
creen que un gigante su reino ha tomado.
Micomicón es su patria; su nombre,
pues, Micomicona, y hacia Etiopía
van caminando. Sueña el Caballero;
sus títulos y esclavos cuenta el pobre
Sancho. Toda la partida fingía
y la barba hacía el cura al barbero.

SONETO XXX

No hay más ley que la conciencia y es un don
seguir, hallar, el camino del propio
corazón. Del valor harás acopio
y Dulcinea será tu pendón
cuando luches, brazo de corindón,
contra el gigantazo que se apropió
del Reino Micomicón. Es impropio
en Sancho, una blasfemia sin perdón,
pensar que tu Señora menos pinta
que el triunfo y la posición. Profecía
de Trinacrio el Sabio eres; Don Azote
de Pandafilando de Fosca Vista,
es leyenda tu nombre, señoría,
aunque algunos te llamen Don Gigote.

Tania López Santillana
LOS MOLINOS DE PUERTO LÁPICE
Rosa Tortajada
VILLARTA DE SAN JUAN
Rosa Tortajada
CALZADA DE CALATRAVA
Ricardo Vanegas
LA VENTA DEL QUIJOTE

SONETO XXXI

Cuenta Sancho, invéntate la embajada
que en tu memoria, sobre Rocinante,
a la sin par Dulcinea llevaste.
¡Qué no; que no es señora sobajada
aquella soberana de aromada
fragancia! ¿Cómo pudiste no darte
cuenta de que aquel grano, aquel radiante
trigo, no era mas que una perla ahechada?
Hambruna, labradora y correosa
la viste, la pensaste; mas ¿quién tiene
la razón, aquel que la vida vive
o el que se cree su propia ilusión? Preciosa
dama, Don Quijote a por ti ya viene
y en tus dulces noches versos te escribe.

SONETO XXXVI

Que el mundo es un pañuelo, es cosa cierta;
y entre nubes de polvo, cabalgando
a lo lejos, cuatro hombres van llegando
armados, cubiertos, a la jineta.
Con ellos, de blanco, va una discreta
dama que en silencio anda suspirando
su pena. Resultan ser Don Fernando
y la alba Luscinda los que a la venta
se llegan. Intrigas, nervioso ruego,
desmayos, templa Don Fernando el genio
y el cielo, a cada cual, acaba dando
lo que el azar y el deseo negó:
Dorotea a su Fernando y a Cardenio
su Luscinda. Y el resto quedó llorando.

Marjolaine Del Pino
LA PENITENCIA DEL QUIJOTE. Camino de la Plata, Sierra Morena.

Lugar enigmático, paraje de la penitencia de Don Quijote, donde nuestro Caballero de la triste estampa decidió apearse de Rocinante, quitarse sus armas y quedarse haciendo penitencia entre unos peñascos.
«Llegaron, en estas pláticas, al pie de una alta montaña, que casi como peñón tajado, estaba sola entre otras muchas que la rodeaban. Corría por su falda un manso arroyuelo, y hacíase por toda su redondez un prado tan verde y vicioso, que daba contento a los ojos que le miraban. Había por allí muchos árboles silvestres y algunas plantas y flores, que hacían el lugar apacible. Este sitio escogió el Caballero de la Triste Figura para hacer su penitencia; y así, en viéndole, comenzó a decir en voz alta, como si estuviera sin juicio:
-Éste es el lugar, ¡Oh cielos!, que diputo y escojo para llorar la desventura, en que vosotros mesmos me habéis puesto. Éste es el sitio donde el humor de mis ojos acrecentará las aguas de este pequeño arroyo, y mis continos y profundos suspiros moverán a la contina las hojas destos montaraces árboles, en testimonio y señal de la pena que mi asendereado corazón padece»

Marjolaine Del Pino
ARROYO DE LA GARGANTA, Camino de la Plata, Sierra Morena.

Lugar donde Don Quijote libera a los galeotes, en el que Dorotea un mes de agosto, se refresca y donde vieron muerta la mula de Cardenio.
» Y así, picó a Rocinante, y siguióle Sancho con su acostumbrado jumento; y, habiendo rodeado parte de la montaña, hallaron en un arroyo, caída, muerta y medio comida de perros y picada de grajos, una mula ensillada y enfrenada; todo lo cual confirmó en ellos más la sospecha de que aquel que huía era el dueño de la mula y el cojín.
Estándola mirando, oyeron un silbo como de pastor que guardaba ganando, y a deshora, a su siniestra mano, parecieron una buena cantidad de cabras, y tras ellas, por cima de la montaña, pareció el cabrero que las guardaba, que era un hombre anciano. Diole voces don Quijote y rogóle que bajase donde estaban. Él respondió a gritos que quién les había traído por aquel lugar, pocas o ningunas veces pisado sino de pies de cabras o de lobos y otras fieras que por ahí andaban. Respondióle Sancho que bajase, que de todo le darían buena cuenta.»


SONETO XXXIX

Tras su discurso acabar Don Quijote,
tomó la palabra aquel cristiano
cautivo. Y narró su historia. El hermano
mayor de otros dos él era, y en el monte
de León, buscando estado y horizonte,
dejaron su hogar y a un padre anciano.
Primavera, invierno, otoño, verano:
veintidós años, y cual sacerdote,
mercader o soldado quiso hallarles
el azar sabios, ricos, o en galera
encadenados. De su patria a Flandes
luchó el cautivo contra naturales
enemigos, y en el triunfo perdiera
su libertad: bien de entre los más grandes.

SONETO XLIV

Pudiera ser que fuera Maritornes
hechicera y el cabestro un encantado
lazo. ¿Quién podría haber sospechado
que era el mozo de mulas y canciones
Don Luis?, vástago del aragonés
noble y de Doña Clara enamorado.
¿No parece Don Quijote apocado,
cobarde, hallando excusas sin acciones
que al ventero molido a palos dejan?
Porque nunca hay que juzgar la apariencia
de las cosas, y al no dormir el diablo
se hace jaez la albarda y no se alejan
tanto el alma de la bacía y la esencia
del yelmo. Baciyelmo es el vocablo.

Martín Domínguez
LA PLAZA MAYOR DE TEMBLEQUE
Rogelio Díaz Suena
CAMPO DE CRIPTANA
Rogelio Díaz Suena
ARGAMASILLA DE ALBA

“Sábete, Sancho, que no es un hombre mas que otro, si no hace mas que otro: todas estas borrascas que nos suceden, son señales de que presto ha de serenar el tiempo, y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables: y de aquí se sigue, que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca “

Martín Domínguez
VILLARUBIA DE LOS OJOS

SONETO XLVII

¡Caballero, quién te ve y quién te ha visto!
Desde tu aldea, por Montiel triunfando,
hasta un carro de bueyes has llegado;
mas tu nombre anda ya en la Fama escrito
por ser andante de la Mancha un mito.
En el adiós la venta vais dejando
y como un preso, a la verja arrimado,
maniatado, a leerte me resisto.
Se fueron todos, y en la despedida
abrazos y ofrecimientos, deseo
de noticias y para ti las burlas.
¿Ves Don Quijote, qué injusta es la vida?:
tú encerrado, inocente, absurdo reo;
libres el resto, andando y sobre mulas.

SONETO XLVIII

Tus armas ya van sobre Rocinante:
lleva en la silla el arzón; la bacía,
o baciyelmo, pende de un lomo y hacia
el otro lado dejaron colgante
la antigua adarga que hogaño empuñaste.
Delante el boyero del carro es guía,
mientras Sancho sospecha, no se fía
del encantamiento que es disparate
y malicia. Tu escolta carcelera
armada te flanquea: cuadrilleros
y escopetas; de Toledo un letrado
llega, al cura habla, y quizás más supiera
de comedias, libros y caballeros
que de las Súmulas de Villalpando.

Severiano Vía
EL PUENTE DE MALVECINOS
Ana Ruiz
ALCARAZ


El pueblo de Alcaraz.En el cuadro aparecen 2 torres. La torre del tardón (la del reloj), fue levantada en 1555 y su estilo es gótico-renacentista. Su nombre parece tener origen en que la campana tocaba de tarde en tarde. Justo enfrente está la torre de la Trinidad. Se encuentran situadas en la plaza mayor de Alcaraz.
Aparece en el capítulo 20 de la primera parte de «Don Quijote de la Mancha».El título del capítulo es: «De la jamás vista ni oída aventura que con más poco que acabada de famoso caballero en el mundo, como la acabó el valeroso D Quijote de la Mancha».Hace referencia al paraje de los Batanes, a escasos 3 km de Alcaraz. Paraje con barrancos que confluyen en una cascada denominada «Salto de Caballo» («dieron en un pradillo que al pie de unas altas peñas se hacía, de las cuales se precipitaba un grandísimo golpe de agua»). En este otro fragmento del mismo capítulo hace referencia a los batanes
:
«Otros cien pasos serían los que anduvieron, cuando al doblar de una punta pareció descubierta y patente la misma causa, sin que pudiese ser otra, de aquel horrísono y para ellos espantable ruido, que tan suspensos y medrosos toda la noche les había tenido; y eran (si no lo has, ¡oh lector! por pesadumbre y enojo) seis mazos de batán que con sus alternativos golpes aquel estruendo formaban»
Paola Jované
OCASO EN TOLEDO

SONETO LII

Vas tu nombre y honor siempre defendiendo,
y entras en batalla contra el rústico
cabrero. Pierdes, caes, mas con ahínco
luchas; y que no digan que fue el miedo
el que un fin a la guerra fue poniendo
de Eugenio. Era una trompeta de heroico
lamento lo que dio inicio a otro cisco
y anunció a aquellos que estaban pidiendo
la lluvia. Los disciplinantes con talla
mariana o los captores de apurada
y triste dama de beldad sin tacha.
Tras librar aquella última batalla,
a tu aldea, tras la sexta jornada,
entráronte… en un lugar de la Mancha.


Segunda parte

SONETO I

“Acerca del poder de Dios ninguna
cosa es imposible… y cual Caballero
andante he de morir”. Un mes entero
en cama y no reniegas, por fortuna,
de vivir, cual graduado en Osuna,
libre. Atrás queda el regreso y el boyero
con su carro; ríe el cura y el barbero,
grita afuera el ama, y aún no rebuzna
el Rucio el próspero agüero. Te espera
la Tierra y el Cielo; el turco navega,
mientras Júpiter con Neptuno
en Sevilla pelea. Tu tercera
salida ya amanece y nadie niega
tu Verdad, pues Quijote sólo hay uno.

SONETO 3

“Es infinito el número de idiotas”,
y duda Don Quijote de la estampa
que han dado a su historia. No se le escapa
nada a tu autor, y por su nombre notas
ser de mora nación. Se quedan cortas
tus hazañas y son ellas cual trampa
que a niños, mozos y viejos atrapa.
De Barcelona a Portugal trotas,
desde Valencia cabalgas hasta Amberes
y todo se escribe en tu historia insigne
que es, además, tan alta y verdadera
como grandílocua y magnífica. Eres
quien eres y que todo el mundo opine,
celebre y lea tu parte primera.

Antonio Monereo
LOS YÉBENES
Ana María Sarmiento
Don Quijote y Sancho Panza
Carmen Páez
Castillo de Consuegra

SONETO 5

¿Por qué el destino preparas y sueñas,
Sancho? ¿Es qué olvidas, costal de refranes,
que el hombre propone y sufre en sus carnes
lo que Dios dispone? Terco te empeñas
en ser quién no eres y así sólo enseñas
la hilaza basta de los ganapanes.
Eres pasado aunque el presente ganes,
y el presente se va sin dejar señas
ni rastro… apenas. Vive y sé consciente
del ser que eres: Sancho el gobernador,
el escudero, el destripaterrones…
Ser quién no eres de la Vida hace Muerte
y al Hombre transforma en imitador.
Es ella, tú eres, sin doñas ni dones.

SONETO 8

Corazón y destino es el Toboso,
siendo muchos los caminos por donde
Dios a los suyos lleva al cielo. De
nuevo, a solas, van Sancho y Don Alonso,
y tres veces sea Alá el Poderoso
bendito, por dar luz a lo que esconde
su historia. Sancho pregunta, responde
su Amo, y el mismo Apolo, Sol caprichoso,
a unos pocos guía y su Fama alumbra,
y a otros, con idéntica luz, sepulta.
Unos por ver y otros por no haber visto
su alma hechizan… y que el tiempo descubra
la Verdad que al filo siempre despunta
cual Toboso, tu destino infinito.

Alicia Arraiz
El castillo de Rochafrida
Alicia Fernández De Prieto
El castillo de Belmonte

SONETO 9

No importa el destino, solo la vida
que el propio destino ha gestado, y oídos,
corazón y silencio, son los ruidos
de una noche por su filo partida.
Buscando a ciegas la sombra erguida
de un alcázar, a tientas, sorprendidos
por los muros de palacios fingidos,
con la iglesia han dado y se hace salida
lo que antes hizo de entrada. De oídas
es el Amor, la vista y la respuesta
del Amo, del Siervo, y de la Princesa.
Se embosca don Quijote y son áridas
sus horas mientras el día despierta
y Sancho busca, se entretiene, y piensa.

SONETO 12

Es la amistad de Pílades y Orestes
el espejo del Rucio y Rocinante.
Don Quijote habla, con Sancho comparte
que es un teatro la Vida y a las gentes
la muerte iguala. Tan sólo juguetes
somos con un disfraz, quizá, elegante…
nada más. No será “el luego” importante
y “lo mismo” serán los diferentes.
Dan sombra a los sueños un alcornoque
y una encina; y de todos los de España
sólo Don Quijote no ha declarado
ser Casildea de Vandalia, que aunque
es bella dama, la más bella. O engaña,
el de los Espejos o está engañado.

Ana Gómez Panizo
EL TOBOSO
Gilda Romero
RUIDERA
José Gómez Álvarez
MANZANARES

SONETO 15

¡Ay Bachiller!, era tuyo, lo diste
por hecho, y se fue el triunfo quedándote
tú loco y herido, sin más horizonte
que la venganza. ¡Qué cerca estuviste
de lograrlo! Se convirtió el envite
en órdago y lo ganó Don Quijote.
Él contento, ufano, y tú un monigote
del buen consejo, de aquel comité,
del sacro bureo. Tomé Cecial,
tu escudero, salta de loco a cuerdo
y te deja buscando tú un lugar
donde bizmarte, un médico especial,
un algebrista que arregle el enredo
de tus costillas… y tu error purgar.

SONETO 22

Cual Cid en las armas y Cicerón
en la elocuencia eres. De pelo en pecho
y Hombre de valor, con todo el derecho,
eres tenido por los que partieron
con Basilio. Luz de un guía te dieron
que sobre una pollina anda al acecho
del saber, sin saber que habían hecho
Adán y Lucifer cuando quisieron
unos pioneros ser. Ancha boca
abre la cueva y nacen cambroneras
en su entrada, una empresa como es esta
tan sólo a Don Quijote atañe y toca…
con cuervos, grajos, aves agoreras
y una soga que a lo real sujeta.

Claudia Elejalde
PUENTE SOBRE EL RÍO GUADIANA
Claudia Elejalde
SIGÜENZA

SONETO 23

Persona, cueva y alma, ¿qué es lo que encierra
Montesinos, oculta y habla? Con barba
cana y luenga a Durandarte velaba,
mientras Guadiana y la dueña Ruidera,
con sus hijas y sobrinas, la tierra
de la Mancha recorrían. Sangraba
Balerma endechas y en su mano estaba
el corazón al que aún hoy se aferra.
Las grandes hazañas para los grandes
hombres están guardadas, y dirá
a su tiempo Merlín cómo bajar
de su burra a Dulcinea. ¿Verdades,
sueños o mentiras? La soga tira,
ya no hay Tiempo. Paciencia y a barajar.

SONETO 26

Puede suceder, no es descabellado,
el llegar a confundir lo que es vida
con teatro. Un tablero y una partida,
en Francia, Don Gaiferos ha tirado
y a Durindana Roldán no ha prestado.
Por Marsilio, en Sansueña, retenida
Melisendra está y después, malherida,
su rescate un Caballero ha pagado.
No suenan campanas sino atabales
tocando alarma la realidad
porque todo se compra con dinero
y sube el precio a cuarenta reales.
Costó el retablo una barbaridad…
¡qué pícaro fue aquel titiritero!

Beatriz Olabarría
RUIDERA
Sol Muñoz
VALDEPEÑAS
Jesús Gallardo
RUIDERA

CAPÍTULO 29

Es el peso de tus armas y oficio
el que te hunde y nos salva. En la corriente
del Ebro cruzas la esfera celeste
y palpa, lavando Sancho, el indicio
de lo que es el Ecuador. Buen auspicio
es tu valor por mas que tu grumete
tiemble, rozne el Rucio y ser libre intente
Rocinante. Siempre estás al servicio
de la Libertad, ya sea llegando a aceñas
o a castillos o enfrentando sin miedo
a fantasmas que son enharinados
molineros. Un océano enseñas,
y el mar en río se va convirtiendo
cuando naufragan barcos encantados.

SONETO 32

Caballero Andante eres, has sido y has
de ser… si lo quiere la Providencia.
No agravia la lengua cuando desprecia
y habla juzgando la Vida y a las vidas
ajenas. Seres son sin razón ni armas
los que critican y dictan sentencia
dando por locos hasta a Su Excelencia,
el Duque. Mejor que dar a las barbas
jabón, sería enjabonar el alma
del que reparte infames vituperios.
Verás a Sancho Panza en su gobierno,
y quédese uno con su alma en su palma,
pues Dulcinea hubo y habrá y sus misterios,
bien contando perlas o ahechando el heno.

Anne Del Campe
ESQUIVIAS
Anne Del Campe
CONSUEGRA

SONETO 34

Dan lugar locuras y disparates
de antaño a las burlas del ya, y viene
a ser cazar y la guerra, sostiene
el Duque, cosa igual. Por todas partes
arde el bosque y de guerra espeluznantes
aires soplan. Sancho en pie no se tiene;
aguanta Don Quijote y se mantiene
intrépido y fuerte aunque en chirriantes
carros una legión viniese entera
de diablos… y es que en el mismo infierno
debe de haber muy buena gente. Espanto,
lelilíes, fuego, es tensa la espera
cuando un hueco y desmesurado cuerno
suena dando Merlín el desencanto.

SONETO 37

No oscurecerá nunca la ignorancia
ni las tinieblas del mal la luz dada
por el Valor y la Virtud. Sin nada
más que decir hincó con elegancia
la rodilla el Trifaldín y la estancia
dejó. Es tu luz y fama ilimitada,
Caballero, pues desde una alejada
tierra viene a contar su gran desgracia
una Dueña que es, además, Condesa.
“Son duendes de antesalas, que no rezan
y murmuran, todos los escuderos”,
cree Doña Rodríguez, de la Duquesa
la Dueña, porque a ellas todas despiezan
hablando algunos como los jilgueros.

Enrique De Cabrera
CALATRAVA LA VIEJA

SONETO 40

Negro, rubio, blanco, albarrazado,
es el color que mostraron, abiertos
los velos, las barbas. Tres mil doscientos
veintisiete pasos distan volando
entre Candaya y la Mancha; y ha mandado
Malambruno un caballo que en los vientos
cabalga y que fue uno de los inventos
de Merlín. Es Clavileño, apodado
el Alígero, el caballo que Pierres
montó cuando fue a robar a la linda
Magalona. No es Pegaso ni Bootes
o Peritoa; y Sancho, aunque te cierres
en banda, has de hacer a Candaya la ida
y así rapar las barbas y bigotes.

SONETO 41

“Ninguna gloria puede redundar
en engañar a quien de uno se fía”.
Don Quijote de Clavileño es guía
y, tras un llanto y de opinión mudar,
sube Sancho a sus ancas para dar
ejemplos de bondad y valentía.
Malambruno, cristiano, no mentía
y tras la batalla, ¡quién de él dudar
podría!, vuelve a su ser a Clavijo,
a la mona Infanta regresa a humana,
y deja otra vez a las dueñas mondas
y rasas. Sancho verdad siempre dijo,
somos tan grandes como una avellana
y las cabras son de colores todas.

María Fernanda Martínez
VILLANUEVA DE LOS INFANTES
Cristina Sada
LAS AFUERAS DE ZARAGOZA
Cristina Sada
CAMPO DE ARAGÓN
Luis Gutiérrez
CASTILLO DE BELMONTE

SONETO 43

El adorno de tu alma te fue dado,
escucha ahora, Sancho, estate atento
a los consejos que son ornamento
del cuerpo. “Sé limpio, estate aseado,
y corta tus uñas que indeseado
son garras de cernícalo y excremento
de lagartijero. Cuida el aliento,
ni ajos ni cebollas, y sé templado
en el beber porque el vino en exceso
ni cumple palabra ni jamás guarda
secreto. Viste calza entera, larga
ropilla y herreruelo. Sobre tu peso,
come poco, cena más poco, y nada
de refranes”. ¡Quiéralo Dios y lo haga!

SONETO 46

Pediste un laúd, pero una vihuela
te han dejado. Escupes y te remondas
el pecho y a las once, hora de las rondas,
abres la reja sabiendo que vela
Altisadora. Quizás tu voz duela
aunque entonada sea, porque das
la espalda a su amor y en sacos cien hordas
de gatos, de repente, callan la
música de tu romance y del presto
desengaño. Cencerros y maullidos
son otra vez la guerra que dio inicio
y que tuvo en tu alcoba un fin funesto.
Orgullo y Valor los tienes heridos
y en tu nariz aceite de Aparicio.

Lupe Claver
LA CUEVA DE MONTESINOS
Extracto del capítulo XXII
En estas y otras gustosas pláticas se les pasó aquel día, y a la noche se albergaron en una pequeña aldea, adonde el primo dijo a Don Quijote que desde allí a la cueva de Montesinos no había más de dos leguas, y que si llevaba determinado de entrar en ella, era menester proveerse de sogas para atarse y descolgarse en su profundidad. Don Quijote dijo que aunque llegase al abismo había de ver dónde paraba, y, así, compraron casi cien brazas de soga, y otro día, a las dos de la tarde, llegaron a la cueva, cuya boca es espaciosa y ancha, pero llena de cambroneras y cabrahígos, de zarzas y malezas, tan espesas y intrincadas, que de todo en todo la ciegan y encubren. (…) Y, en diciendo esto, se acercó a la sima, vio no ser posible descolgarse ni hacer lugar a la entrada, si no era a fuerza de brazos o a cuchilladas, y, así, poniendo mano a la espada, comenzó a derribar y a cortar de aquellas malezas que a la boca de la cueva estaban, por cuyo ruido y estruendo salieron por ella una infinidad de grandísimos cuervos y grajos, tan espesos y con tanta priesa, que dieron con don Quijote en el suelo (…) Finalmente, se levantó, y viendo que no salían más cuervos ni otras aves nocturnas, como fueron murciélagos, que asimismo entre los cuervos salieron, dándole soga el primo y Sancho y se dejó calar al fondo de la caverna espantosa (…)
María Fernanda Ayestaraín
PASAJE DE LAS PACHECAS (ARGAMASILLA DE ALBA)
El pasaje de las Pachecas dentro del distrito de Argamasilla de Alba corresponde a las Quinterías y tiene una gran significación Cervantina.
La finca de las Pachecas, enorme, es propiedad de los descendientes de Don Rodrigo Pacheco que hiciera preso a Cervantes en Argamasilla de Alba por una afrenta cuyo origen no está del todo dilucidado.
En la celda donde estuviera preso Cervantes en Argamasilla de Alba es donde comenzara su obra magnánima Don Quijote de La Mancha y es este el lugar al que se refiere cuando en la versión de Avellaneda del Quijote relata:” En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…..”
El paisaje que relato hoy cuyo modelo fotográfico me ha cedido amabilísimamente Pepe Diaz Pintado posee una casita con chimenea que servía de descanso a los pastores tras sus duras jornadas. Hoy ha desaparecido porque la tierra vuelve a la tierra….con el valor que le podemos dar al registro de la huella del tiempo.

La casita se construía sobre un tablero de madera y sobre él se iba echando el barro y sobresalían los tapiales de tierra.
Tambien hay un aljibe que es muy manchego.

SONETO 49

Rondas, quizás, mientras otra rondaba
a tu Señor. Quiso ver sin ser vista
la hija de Diego de la Llana… y grita
viva. Corrían toros, se jugaba
a cañas… en el mundo tropezaba
la rapaz siendo su hermano el tracista
y cómplice de este drama y visita
nocturna. Antes, un corchete atrapaba
a un tejedor que tejía los hierros
de lanzas, que aire tomaba por donde
soplaba y adrede no pegó pestaña.
Y aún antes, en duelo, dos chocarreros
apostados estaban en al borde
de acuchillarse. ¿Ronda? No, maraña.

SONETO 51

Ya estaba escrito: “la Vida es un puente
de medida variable”. Están sentados
cuatro jueces al final y, a sus lados,
una horca y una balanza. Quien no miente
se salva, y aquel que no cumple y promete
muere. Y como siempre son más loados
los que hacen el bien que aquellos malvados,
la misericordia evita la muerte
de los que a un tiempo son tan verdaderos
como falsos. Sancho, sé agradecido
siempre, estate compuesto y recordando
que del mal encantador hechiceros
te defienden. Gobernante ya has sido,
como “el gran Sancho” serás recordado.

Soledad Prestel
VILLARTA DE SAN JUAN

SONETO 55

No es para ti el retiro y ya tu instinto
te llama. Sin duda al mundo haces falta.
En tu adiós Altisadora te canta
y con Vireno o Eneas, por maldito
despecho, te compara. No es delito,
tú no hiciste nada, es ella la ingrata
que te acusa y al tiempo se delata
poniendo en ti lo que de sí quitó:
tres tocadores que Sancho escondía
y una liga que ella misma portaba.
“Nunca he sido ladrón ni es mi intención
serlo con la ayuda Dios”, decía
al duque tu voz. Y se enderezaba,
así, a Zaragoza la dirección.

SONETO 57

Quizás el bien nunca hemos conocido,
y aunque el alma, dicho está, nos rescata
y siempre retorna, ¡cómo nos falta
y se extraña una vez que se ha perdido!
Comienzo sin inicio lo has tenido,
y renace un escudero que mata
al gobernador y, de nuevo, salta
el “ser” del “sido” al “seré”. Estás sumido
en la oscuridad, sin luz siempre y nunca
sin miedo, y aunque vocees tu voz será
un grito en el desierto. Solo naces
y sólo podrá salvarte el que busca
la luz, aquel que la sima antes viera.
Fue Suerte, mas no hay Suerte si no la haces.

Puri Verde
CASA CERVANTES EN ESQUIVIAS
Reina De León
EL CRISTO DE LA MENTA
Sofía Rumie
EL CASTILLO MAYOR DE DAROCA
Puri Verde
PUERTA EN TOLEDO

SONETO 58

Es la Libertad el don más preciado
que el cielo a los Hombres dio; y el más perverso,
el mayor mal, fue el cautiverio. Preso
te has sentido en el castillo y purgado,
y al salir del purgatorio has ganado
el cielo y a todos sus santos. Inmenso
arte de entalladura y Hombres de peso
fueron San Jorge y Santiago montando
sus caballos; San Martín y San Pablo
a lo divino peleando… mientras
tú lo haces a lo humano. Son tesoros.
Tras la Arcadia, iban guiando a su establo
lanceros; sin ver miras y te encuentras
caído y atropellado por sus toros.

SONETO 61

Tres días viviendo entre forajidos
y bandoleros. Como un sabio aprende
Don Quijote, y a todos la voz sorprende
de Clara Jerónima con gemidos
y llantos, porque encajó más de dos
tiros de celos en el cuerpo, adrede,
de Vicente Torralba… y se fue de
la vida uno y la otra al convento. Huidos
sin saber de quién, ni a quién aguardando,
en la víspera de San Juan la playa
visteis, el mar ancho, con gallardetes
galeras y os estaban esperando
los Niarros. ¡Trapa, trapa!, no se calla
Barcelona al recibiros sus gentes.

Anca Rosca
PATIO DEL TOBOSO
Extracto del capítulo XII
Media noche era por filo, poco más a menos, cuando don Quijote y Sancho dejaron el monte y entraron en el Toboso. Estaba el pueblo en un sosegado silencio, porque todos sus vecinos dormían y reposaban a pierna tendida, como suele decirse. Era la noche entreclara, puesto que quisiera Sancho que fuera del todo escura, por hallar en su escuridad disculpa de su sandez. No se oía en todo el lugar sino ladridos de perros, que atronaban los oídos de don Quijote y turbaban el corazón de Sancho. De cuando en cuando rebuznaba un jumento, gruñían puercos, mayaban gatos, cuyas voces, de diferentes sonidos, se aumentaban con el silencio de la noche, todo lo cual tuvo el enamorado caballero a mal agüero; pero, con todo esto, dijo a Sancho:
—Sancho hijo, guía al palacio de Dulcinea: quizá podrá ser que la hallemos despierta.
José María Alonso
VILLARROBLEDO
Angelika Groening
ALCÁZAR DE SAN JUAN

SONETO 64

No asumes obras ajenas ni hazañas
de otros, con las tuyas te contentas.
Paseas en la playa y el reto aceptas
del de La Blanca Luna. No te engañas,
cierto es, no son de Don Antonio mañas
ni burlas, y tus espuelas aprietas
en Rocinante. Pero son muy lentas
sus huellas y al derribarte te bañas
en la arena que antes entre los brazos
ya tuvieras. Vencido, aún campea
en ti Dulcinea como la más
bella de la Tierra y tú, hecho pedazos,
el más triste Hombre que en el Orbe sea.
Verdadero y enamorado, además.

SONETO 67

Vas deshaciendo el camino, puntadas
e hilvanes, y allá donde fue fingida
La Arcadia y de los toros tu corrida
ves lo que serás. Entras y te das
lugar en el aprisco, entre manadas
y rebaños, siendo el pastor que cuida
sin espada y con cayado. ¡Qué vida
te harás de dar, hasta dar por sanadas
tus heridas y palabras, durante
un año! Y como moscas a la miel
te acuden los pensamientos; serás
tú Quijotiz, y Sancho tu acompañante
Pancino. Eres Caballero con piel
de pastor que campea ahora en eras.

Marie Kamper
ORGAZ

SONETO 71

Es, Sancho, tu palabra profecía.
Y si famoso fue de Dido el llanto
al irse Eneas y de Elena el rapto
por Menelao en la antigua Grecia,
pronto en España no habrá barbería,
o venta, bodega, o mesón que al tanto
no esté de vuestros nombres y relato.
Fama y hazañas, batallas, alegría
darán a la vista en sargas pintadas,
y en los muros se leerá el desencanto
de Dulcinea. Azotes por dinero,
doblan la parada y, en lugar de espaldas,
árboles son los que pagan el pato
en su piel con un triste ¡ay! y en falso cuero.

SONETO 74

¡Qué grande vivir loco y morir cuerdo!
y a un tiempo dejar a todos contentos.
Sin ti los campos se quedan desiertos
y los pueblos manchegos contendiendo
por darte patria, como Homero siendo.
Tan sólo tú sabes si fueron ciertos
los Caballeros Andantes y cuentos
que ahora se callan contigo muriendo.
Don Quijote de La Mancha, en tu lecho
eres Don Alonso Quijano el Bueno,
con cualquier nombre tú tienes el cetro
del Gran Manchego. Renuncia ya has hecho
dando tu espíritu y vale sereno…
forsi altro canterá con miglior plectro.


Final
de
«Gracias Cervantes»

Sonetos de Juan García de Diego

«leerse una vez al año el Quijote», libro que acostumbra a empezar el primero de enero de cada año. Fruto de esta obligación es la inspirada Obra «Gracias Cervantes».

Extracto de la presentación del libro «Sonetos Viajeros»

Presenta MIQ exposiciones temporales

Guanajuato, Gto., a 12 de Octubre del 2020. En el marco de las festividades del 48 Festival Internacional Cervantino (FIC), el Museo Iconográfico del Quijote (MIQ) presenta tres exposiciones temporales, dos de ellas en formato físico y una virtual, mismas que el público podrá disfrutar a partir del 14 de octubre del 2020 y hasta el 15 de enero del 2021.

Pluma y Plomo”, Emiliano Gironella

Gironella aceptó el reto de ilustrar la Conquista, página polémica y fundadora de nuestro pasado. Gracias a su perfecto dominio de las técnicas pictóricas, mezclando la estampa de pluma, el martillado de plomo y el tejido de petate, el artista logra hacer un uso culto de la historia nacional para transformarla en obra de arte, altamente mestiza, plenamente mexicana.

“Diálogos con la madre tierra”Erica Daborn

Esta artista hace uso del muralismo para generar conciencia social, así provoca una reflexión sobre la relación entre los valores sociales del siglo XXI y las formas en que han contribuido a la degradación de nuestro medio ambiente. Sus cuadros están diseñados para ser accesibles, leídos y entendidos, haciendo que el espectador reconozca su propia responsabilidad en el desastre ambiental.

“La Ruta Del Quijote”Academia DV España-México

Exhibición en formato virtual que presenta la Academia DV España a través de la obra de sus artistas, quienes muestran los auténticos paisajes manchegos y sus alrededores. De esta manera podemos conocer de primera mano los territorios en los que se desarrolla la historia cumbre de Miguel de Cervantes, aproximándonos a una concepción más fiel de las andanzas de Alonso Quijano y su escudero, tal como las vio el escritor con los ojos de la invención.

Con la finalidad de proteger al personal y al público en general, no se permitirá  el acceso a personas que no porten cubrebocas, rebasen los 37.5 ºC de temperatura o presenten signos evidentes de tos, lagrimeo, mucosidad y/o malestar general.

Las visitas se realizarán mediante cita previa, llamando al 473 732 6721, mientras que el ingreso al recinto será escalonado y en grupos de cinco personas, las cuales deberán mantener la distancia de seguridad de 1.5 m durante todo el recorrido.

Para mayores informes sobre costos y horarios consulta la página:  https://museoiconografico.guanajuato.gob.mx/planea-tu-visita.php

Curso a distancia en directo con profesores artistas. Niveles iniciación y avanzado. Alumnos por todo el mundo en idioma español.

AULA VIRTUAL Curso a distancia en directo con profesores artistas. Niveles iniciación y avanzado. Alumnos por todo el mundo en idioma español.

 LA RUTA DEL QUIJOTE

*Haz click en el nombre de cada artista
para acceder a su micrositio

HEDER CONTRERAS
JUAN GARCÍA DE DIEGO


Alicia Arráiz de Goicoechea
Alicia Fernández de Prieto
Ana Gómez Panizo
Ana María Sarmiento
Ana Ruiz
Anabel Fernández
Anca Rosca
Angelika Groening
Anne Delcampe
Antonio Monereo
Antonio López Vicens
Beatriz Olabarría
Carmen Páez
Charo Rolland
Claudia Elejalde
Cristina Sada
Enrique Cabrera
Gilda Romero
Jose Maria Alonso
Jesús Gallardo
José Gómez Álvarez
Luis Gutiérrez Fernández
Lupe Claver
Manuel Monforte
María Fernanda Ayestaraín
María Fernanda Martínez Velázquez
María José Fole
Marie Kamper
Marjolaine Del Pino
Martín Domínguez
Paola Jované
Puri Verde
Reina De León
Ricardo Vanegas Valencia
Rogelio Díaz
Rosa Tortajada
Severiano Vía
Silvia Martínez Portí
Sofía Rumié
Sol Muñoz
Soledad Prestel
Tania López Santillana
Yolanda Díaz Chirón

 

*Haz click en el nombre de cada artista
para acceder a su micrositio

 

www.artedv.com

Muchas gracias

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6 respuestas a “la Ruta del Quijote”

  1. Magnífica iniciativa, me ha gustado mucho. Enhorabuena a tantas y tantos artistas q han captado de distinta manera la luz y la esencia del campo y de los pueblos manchegos. Gracias x hacérmela llegar.

  2. Quiero agradecer a Alejandro y Oscar por todos esos proyectos maravillosos y por sus ideas creativas. Me ha gustado tanto participar en esta exposición porque se ve que el arte triunfará siempre sobre todos los dificultades en la vida!
    Gracias!

  3. ¡Qué idea tan fantanstica de hacer una exposición con imagenes de la ruta del Quijote! He visitado la ruta virtual y el Museo Iconográfico del Quijote por su presentación virtual, cual ha sido una gran inspiración. ¡Gracias a todos responsables! Ustedes me han motivado de leér el libro de Cervantes de nuevo. Felicitaciones a todos participantes!

  4. Mucho arte habrá tenido que desplegar Alejandro para conseguir esta pose física y espiritual de Juan Agradeceros a los dos que compartais vuestras sensibilidades con los que solo las experimentamos a través de la proyección de otros.

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