Desde muy pequeña me gustaba dibujar ,copiaba los cuentos de Mari Pepa que tuve la suerte de tener por casualidad. Todos los sábados en el colegio se ponían en el encerado los evangelios que correspondian y era yo la encargada de pintarlos. Siempre he dicho que pintar era una asignatura pendiente.
Me case tuve cuatro hijos estuve muy ocupada siempre me faltaba tiempo. Cuando mis hijos se hicieron mayores forme parte de un coro que me llenó mis ratos libres y en la que fui muy feliz. Cuando cumpli 78 años mi hija me inscribió en una academia cerca de su casa yo decía cómo yo podía ir a una academia tan buena, que no tenía ni idea y aquí estoy aprendiendo, muy agradecida a los profesores Alejandro y Óscar por su paciencia ya que son mi pacientes gracias por esta oportunidad.