Al otro extremo del Duero se encuentra mi cuna entre olivos y encinas.
Soy de pueblo y comencé mi andadura artística realizando carrozas de cabalgatas y belenes.
Ya en Madrid mi actividad laboral me impidió seguir con mis deseos artísticos. Con 50 años me picó el gusanillo y me inicié en la pintura al óleo. Bodegones, figuras, animales, copias de cuadros famosos fueron mi temática. La necesidad de avanzar me hizo contactar con la academia de pintura D y V. Allí aprendí a resolver problemas de colores, pinceles y lienzo.
Agradezco a Alejandro y Óscar su buen hacer y a los compañeros que también se aprende mucho de ellos.
José Gómez Álvarez «Cerulo»